Ambientación

Se vive en un mundo de conductas antiguas, míticas, de tiempos ubicados en edades pasadas, pero a su vez sin estar por completo en épocas exclusivamente medievales y prejuiciosas. La existencia de la religión y la tecnología es permitida y vista con absoluta normalidad, y las creencias de cada individuo corren por su cuenta. Los códigos de honor son por supuesto respetados y valorados, sin embargo cada persona tiene derecho a poseer sus propios puntos de vista con respecto a eso.

El mundo está dividido geográficamente en dos continentes. El Oeste, donde se ubican los tres reinos principales, que son Calad’Meeth, Kil’Daggoth y Miryathir. Correspondiendo cada uno a distintas vertientes de comportamiento, como la Caballería, la Magia, y la Tecnología. Al este, en el otro extremo del mundo, se encuentran los reinos destruidos habitados por los sobrevivientes de la guerra que transcurrió hace diez años según la historia.

En medio de la nada, como un mundo paralelo que conecta ambos hemisferios, está el Nexo. Un lugar ubicado en una dimensión alternativa, oscuro y gris, que solo puede ser accedido por medio de los altares, templos y santuarios de cada reino. En el interior del mismo, los Tres Reinos construyeron una zona denominada el Vínculo Mundial, el cual funciona como un fuerte de defensa contra las criaturas que habitan el Nexo, una zona de entrenamiento real, un gran mercado donde los artículos son mucho más costosos que afuera y por tanto más poderosos, y por supuesto un lugar donde se pueden acceder a otros Reinos en cuestión de segundos. Cabe destacar que es posible incluso viajar de un continente a otro, pero está prohibido pelear dentro de esa zona. Las venganzas y viejos odios no tienen cabida en ese lugar, así que cualquiera transitará como desee por esta zona. Fuera del Vinculo Mundial, cada quien decide cómo arreglar sus inconvenientes.

Debido a la aparición del Nexo, las almas de todas las entidades se han vuelto visibles. Ahora lo único que evita que la Fuerza del Caos que oprime la atmosfera, y la Presencia del Orden que intenta detenerlo, se conviertan en algo fatal para los vivos y muertos, es el hecho de poseer almas. El dinero se convirtió en algo inútil e innecesario, y ahora toda acción comercial y mágica en el mundo requiere del uso de almas, ya sea para adquirir posesiones o poder. Las mismas pertenecen a todas las cosas, desde plantas hasta animales, desde personas hasta criaturas, desde entidades hasta dioses, es un mundo donde es imposible no conseguirlas. Perder todas las almas, implica la muerte definitiva.